Martilandrán su gente paisajes y arquitectura son sus mejores monumentos

Martilandrán su gente paisajes y arquitectura son sus mejores monumentos

Martilandrán es una de las alquerías más alejadas de las Hurdes. Sin embargo, en Martinlandrán su gente paisajes arquitectura atraen al turista aventurero. Podrás vivir sus fiestas tradicionales, admirar la arquitectura antigua en las casas y recorrer muchos senderos a través de la montaña. De esta manera, puedes andar por las rutas a pie o en bicicleta, convirtiendo el lugar en un destino turístico perfecto.

Un poco de historia 

Esta alquería pertenecía al municipio de la Alberca hasta la separación territorial española en 1833, cuando pasó a depender de Nuñomoral. 

La etimología de su nombre indica que ha sido hogar de cualquier Martín Andrán, y con el paso del tiempo se concatenó el nombre. 

Celebraciones y fiestas en Martilandrán   

En el pasado se celebraban muchas fiestas, pero han ido olvidándose; en la actualidad las más frecuentes son aquellas apegadas al calendario típico del territorio. Dentro de ellas se destacan las que conmemoran a la Virgen de Santa Ana y se celebran en torno al 25 de julio; esta celebración dura casi tres días.

En esas fiestas se comparte con las aldeas adyacentes, las actuaciones con La Fregosa y los carnavales.

Otra celebración digna de mencionar y disfrutar es en honor a San Juan con sus celebraciones típicas: hoguera, sahumerios y el palo de San Juan. 

También, se realizan los rezos a San Antonio, con el fin de ahuyentar las tormentas. Las ferias de San Pedro de Alcántara se celebran en octubre. Y en el día de Todos los Santos se desarrolla la tradición de la calbochá. 

Que lugares visitar en Martinlandrán su gente paisajes arquitectura 

Los primordiales sitios de interés de este poblado son la arquitectura y forma de sus viviendas. Las más viejas se pueden ver en la parte baja del poblado, así como huertas y montañas. 

Algunas de esas casas todavía se pueden ver, cuentan los viejos habitantes  que era del Monarca Alfonso XIII. Este rey en su visita a Las Hurdes del año 1922, regaló 50 pesetas, de las que se usaban en esa época, a cada familia. 

Además se puede ver el trabajo de los artesanos del área que edifican viviendas en miniatura con rocas cogidas de las montañas. También, hay casas a tamaño real construidas por personas sencillas del lugar, hechas totalmente con piedras de la montaña. Estas casas están desperdigadas por los caminos turísticos del poblado.

Lo más llamativo que puedes visitar en esta alquería es el chorro de la Miacera. Una increíble caída de agua con diversos escalones que está bastante cerca del poblado, inclusive hay un camino bien señalizado para llegar hasta allí.

La indiscutible belleza del paisaje hace corto el recorrido.  Hay un punto en el cual se encuentra una alquería entre las montañas, lo cual puede considerarse un grupo etnográfico de arquitectura hurdana: El Moral. 

Los habitantes del poblado de Horcajo edificaron un conjunto de majadas de pizarra negra. Es una muestra del gusto hurdano, que no puedes dejar de apreciar. 

Recorre Martinlandrán su gente paisajes arquitectura

No podemos irnos de Martilandrán sin visitar el Centro de Interpretación de la Vivienda Hurdana. Allí hay una recomposición tanto por fuera como por dentro de una casa tradicional hurdana.

Las ocupaciones primordiales para el turismo son el senderismo y el contacto con la naturaleza. 

Por las rutas de las montañas se puede hacer un recorrido y ver el incomparable paisaje extremeño. Las piscinas naturales permiten gozar de un baño delicioso y plenamente natural. 

Cerca de Martilandrán como a 8 kilómetros encontramos Riomalo de Abajo, en plena frontera con Castilla y León, un lugar de enorme riqueza paisajística. Más allá, está el mirador de La Vieja. A partir de ese punto van a poder gozar del paisaje de los Meandros del flujo de agua Alagón, en especial del Melero. 

Tips para disfrutar de  Martilandrán su gente paisajes arquitectura

Recuerda llevar contigo agua, gorra, calzado adecuado para caminar, cámara para que captures los hermosos parajes. Lo más importante es cuidar y respetar el ambiente.

Como hemos comentado, Martilandrán es uno de los pueblos más aislados de la región hurdana. La arquitectura antigua de sus casas y las tradicionales fiestas en Martilandrán mantienen vivo a este pueblo.

El senderismo y el contacto con la naturaleza son dos de las actividades turísticas de la zona. Así que recorrer las caminerías de estas montañas a pie o en bicicleta es una buena opción para activar el cuerpo y respirar aire puro. 

¿Cómo llegar a Martilandrán practicando senderismo?

Esta es la mejor escapada rural que puedes hacer, tomando distintas rutas, como por ejemplo: iniciar el recorrido en El Gasco

Una vez en el Gasco se ubica la plaza más grande, desde allí te vas adentrando por las calles estrechas y adoquinadas del poblado. Debes seguir en dirección al arroyo. 

Cruza un diminuto puente y vas avanzando con el flujo de agua Malvellido a tu izquierda, debes continuar de frente hacia el valle del Malvellido. 

Aquí tienes la posibilidad de subir a ver la cascada y tomar algunas fotos, y después, volver a este punto para avanzar con la excursión.

La vereda entre Martilandrán y El Gasco, se ha acondicionado y está marcada recientemente. De esta forma, puedes hacer el recorrido que te adentra en la más pura esencia de Las Hurdes. Con sus valles profundos y cerrados. 

Podrás admirar sus bancales y terrazas labradas por el ser humano en una tierra austera y a la vez fértil. Y además, apreciar su arquitectura negra hurdana, clásica del área. 

Continúa la ruta, allí vas a cruzar el arroyo de la Meancera por un puente de madera. Después, asciende por la montaña arriba por un camino con numerosas revueltas hasta llegar a unas terrazas con olivos.

A lo largo de unos metros la ruta baja por la ladera de la montaña hasta empezar a bajar en zigzag. Hasta llegar a la parte más increíble del recorrido. 

Allí, frente a ti tendrás  los serpenteantes meandros del flujo de agua Malvellido y los bancales de la agricultura hurdana. Podrás, más que nada, gozar del aire puro y los sonidos del agua. 

Martinlandrán su gente paisajes arquitectura es naturaleza y relax

Esta comarca realmente sí que transmite tranquilidad y relax. Aunque practicar senderismo es hermoso y beneficioso para la salud, se debe tener cuidado con los niños, porque hay recorridos empinados y con piedras. Por consiguiente, se debe extremar las precauciones con los más pequeños. 

Observa a tu alrededor, disfruta del aire puro, el contacto con la naturaleza y sigue el sendero. En poco tiempo vas a empezar a ver las casas de La Fragosa.  Empiezas a descender paulatinamente, no obstante no cruzarás el flujo de agua por el puente de roca que se ve desde lejos. 

Continúa por el camino dejando del poblado y el flujo de agua a tu izquierda, para después descender hasta la piscina natural de esta metrópoli. Recorre las empinadas calles y callejones hasta conseguir la carretera. 

Aquí, harás un recorrido asfaltado con vistas al flujo de agua, que te llevará a las afueras del poblado hasta las pistas deportivas. De donde parte una vereda estrecha que te llevará hasta Martilandrán. 

Si vas con niños, una  vez en la alquería hay un parque de juegos, donde los chicos tienen la posibilidad de reposar y divertirse. 

Disfruta de lo que este pueblo ofrece. Para volver puedes ir por la carretera, en coche esto te tomará unos 35 minutos, siguiendo una carretera asfaltada de casi tres kilómetros.

Además, hay miradores con vistas sensacionales al Valle de Malvellido que realizan el recorrido más ameno. Disfruta de Martinlandrán, su gente, paisajes y arquitectura.

Qué comer en Martinlandrán

Estos pueblos hurdanos están surcados por varios ríos y arroyos. Por lo que es natural que la pesca haya sido practicada profusamente a partir de épocas prehistóricas hasta nuestros propios días. 

El hurdano ideó a partir de antaño, infinidad de artilugios para sacarle rendimiento a los cursos fluviales que se retuercen por este abrupto territorio. En sus fogones, preparó el rico Moje del Pescador; o el aromático escabeche de peces, o los Machos Argañeros.

Por otra parte, sobresalen una extensa lista de legumbres, que adoptan nombres locales: frijoles, caritas, pipos portugueses, canarias, chícharis, habichuelas cascarules. Estas vainas puede reconfortar al viajero al prepararse en un plato hondo, guisadas con aceite de los olivos hurdanos y con tropezones de la matanza casera.

Platos típicos hurdanos

Entre los platos propios de la huerta que se puede degustar en Matinlandrán están los nabos con patatas rejervías y las vainas con morcillas ceboneras. Al igual que, la ensalá temprá y las patatas escabechás (plato clásico de la Semana Santa).

El pote de castañas forma parte consustancial de la vida del hurdano. Las aceitunas además se someten a otra serie de guisos y aderezos. Y las cerezas, frescas y rojas, son un postre ideal en la etapa de primavera.

Es uno de los pueblos más aislados de la región hurdana, atrévete a adentrarte para que descubras en  Martinlandrán su gente paisajes arquitectura.

En el mes de noviembre, se realizará el Tour Las Hurdes, tierra con alma propia. La salida está programada para el día 6 de noviembre desde Alcalá Leganés, a las 06:45 de la mañana.  

Contarás con visita con guía oficial para conocer El Gasco, Chorro de la Meancera, Cambroncino, Pinofranqueado, Ovejuela, Las Mestas, Riomalo de Arriba. También  Casares de Las Hurdes, Aceitunilla, Martilandrán, Aldehuela y Casar de Palomero. 

Incluye hotel 3* en Vegas de Coria, 4 comidas, más 3 cenas y 3 desayunos con agua y vino. Asimismo incluye el autobús, guía oficial, guía acompañante y seguro de asistencia.

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